Enraíza Derechos es una ONG enfocada en alimentación, que desde 1985 realiza un trabajo de concienciación, asesoría, incidencia política y cooperación internacional. En 2024 se proponen realizar una campaña con el deseo de poner en la agenda pública la urgencia de transformar el sistema alimentario, para reducir su impacto ambiental y la injusticia social que genera. El sistema alimentario actual es responsables de casi el 40% de las emisiones, contribuye en gran medida al cambio climático, la pérdida de biodiversidad y al abuso de los recursos naturales disponibles. Además, no está consiguiendo alimentar de manera adecuada a buena parte de la población.

El objetivo era sensibilizar a la sociedad sobre la la importancia de la alimentación para transformar el mundo, y movilizar para exigir a administraciones públicas y empresas, que hagan posible un sistema alimentario sostenible y justo. Además, nos propusimos que fuera una campaña de marca y posicionamiento, para intentar potenciar el nombre de Enraíza Derechos y su asociación con la temática.

La campaña utilizó el concepto #CuidandoLaRaíz y se debía extender durante el año, a lo largo de 3 hitos comunicativos: las Elecciones Europeas, la sequía y el Día Mundial de la Alimentación.

Teníamos que hablar de un cambio sistémico y cultural enorme, pero conectando con la gente. Con la comida nos relacionamos todo el día, así que miramos hacia algo muy cotidiano que apela a todo el mundo: los bares y cafés. Nos basamos en el lenguaje visual de las típicas pizarras de menús, tapas y especialidades, para construir un sistema gráfico de campaña, pensado ya para quedarse en la organización, entendiéndolas como lienzos en blanco sobre los que contar, mostrar y dar vida a lo que queramos.

El 15 de octubre, realizamos una acción dirigida al público joven, a la salida del metro Ciudad Universitaria de Madrid. Borborigmos Mundi era una instalación que consiste en una bola del mundo hinchable de 4 metros de alto, a la que le rugen las tripas, porque nuestro sistema alimentario es indigesto para el planeta y porque millones de personas pasan hambre. Para ello colaboramos con Nacho Bilbao, un compositor musical escénico que creó una pieza sonora de sonidos estomacales que salían del planeta. La acción nos permitió romper la burbuja de las redes, dándonos a conocer a personas que, de otro modo, quizá no repararían en la organización ni recibirían su mensaje.

Según estudios de la FAO, 733 millones de personas se enfrentan al hambre en el mundo, cada vez más. Eso es 1 de cada 11 personas en todo el mundo y 1 de cada 5 en África.